Ningún sistema de seguridad puede garantizar una protección completa. El Airbag puede ayudar efectivamente a reducir la gravedad de las lesiones en la cabeza y el torso pero tenga en cuenta que el contacto con un Airbag que se infla podría causar hematomas, abrasiones e incluso lesiones, dependiendo de las circunstancias y gravedad del choque.
El Airbag, definitivamente NO es, como pudiera pensarse: una gran "almohada" suave. En el momento del impacto del vehículo, el Airbag se despliega desde el tablero en una fracción de segundo "más rápido que un abrir y cerrar de ojos" y a una velocidad de hasta 321 km/h.
Esto es lo que sucede:
1. El sensor detecta y analiza la desaceleración del vehículo y calcula si debe o no desplegar el Airbag en base a qué tan grave es probable que sea el impacto.
2. Los cinturones de seguridad se bloquean, sujetando los torsos y la parte inferior de los cuerpos de los ocupantes.
3. Los cinturones tambiFn se estiran, lo que frena a los ocupantes y ayuda a amortiguar la energía del choque.
4. El Airbag se infla mientras que las cabezas y torsos de los ocupantes siguen avanzando hacia el Airbag inflado.
5. El gas propulsor se disipa al instante y el Airbag inmediatamente comienza a desinflarse.
Cuando el Airbag se infla, produce un ruido extremadamente fuerte y deja humo y polvo en el aire. Esto es normal ya que es el resultado de la ignición del inflador del Airbag. Después de que los Airbags se inflan, puede sentir molestias considerables para respirar debido al impacto de su torso contra el cinturón de seguridad y el Airbag, así como también por la inhalación del residuo en el aire. Lo mejor es salir del vehículo o abrir puertas y ventanas, tan pronto como sea seguro hacerlo.